El Plan de
empleo implica a todas las instancias y entidades de Castilla La Mancha en un
objetivo común, incide en los colectivos con más dificultades, aunque sería necesario incluir medidas específicas para el
colectivo mayor de 45 años por las grandes dificultades que encuentran para
acceder al empleo.
El diagnóstico y la investigación de las necesidades de los
colectivos destinatarios y beneficiarios permitiría conocer las
inquietudes e intereses reales de los diferentes colectivos y la investigación de las necesidades de las empresas permitiría adaptar las medidas al mercado de
trabajo.
Sería necesario
articular todas las medidas en torno a un servicio
público, entidades y organismos que conocieran en profundidad y
contarán con la confianza de los usuarios/as y las empresas.
Para completar
los itinerarios de inserción y conseguir la cualificación y mejora de las
competencias profesionales habría que articular en el
Plan la Formación para el Empleo, con carácter modular.
Por otro lado,
consideramos que las personas con
discapacidad deberían de ser un colectivo al que debería ir
dirigido el presente plan de empleo.
Es un loable
Plan en los objetivos con muchas posibilidades técnicas de mejora, tan
ambicioso que, de no contar con los Recursos Humanos necesarios para
supervisar, gestionar, articular actuaciones y realizar los itinerarios
personalizados de inserción de estas 60.000 personas, corre el riesgo de ser
una rémora para el crecimiento a largo plazo de la región en vez de solución,
tanto por el montante que supone como por convertir al mero asistencialismo a
quienes deberían ser el motor de esta
región, los jóvenes y los trabajadores con más experiencia.
Los datos que
diagnostican el presente son correctos, pero echamos en falta alguna referencia
a la radiografía de a dónde queremos llegar a ser en Castilla- La Mancha, a
falta de un necesario Plan Director
Estratégico, y en qué medida las actuaciones se encaminan en esa
dirección, contribuyendo a cumplir objetivos por áreas productivas a largo
plazo. Habría que definir dichas áreas para impulsar y aprobar aquellas
actuaciones que supongan generación y
mantenimiento de empleo de calidad a largo plazo, con criterios
de sostenibilidad y respeto al Medio Ambiente.
Se echa en
falta el papel de la ciudadanía, las
ONG y resto de tejido asociativo como promotores, canalizadores
y receptores de iniciativas y proyectos que aparte de suponer una
profesionalización y especialización, enriquezcan la calidad de vida del
entorno en el que inciden.
Al hilo de
conseguir unos Recursos Humanos con competencia profesional reconocida mediante
Certificados de Profesionalidad, sería oportuno abrir más convocatorias anuales
de acreditación de competencias mediante la experiencia y
vías no formales de formación, siguiendo las necesidades de
nuestro sistema productivo. Uno de los posibles nuevos Yacimiento de Empleo es
la profesionalización del sector de cuidadores y dependencia, y su regulación
mediante certificados de nivel 1 y 2 de Atención sociosanitaria a personas
dependientes.
En este
sentido, también echamos en falta medidas
universales de apoyo para el conjunto de desempleados y
desempleadas de Castilla- La Mancha, en igualdad de derechos y condiciones, ya
que muchas personas en situación de actual desamparo, podrían quedar sin acceso
a recursos que les supongan una mejora en sus posibilidades de encontrar empleo
si por la ingente inversión inicial en esta materia se recortara presupuesto en
el futuro, engordando a la par nuevas bolsas de alto riesgo de exclusión
laboral.
No queda
explicitado uno de los principales peligros del Plan: El solapamiento
de Programas para los mismos usuarios. Es decir, qué pasará con
jóvenes que han agotado sus prestaciones, por ejemplo. Esto es a nivel interno
del Plan, es interesante que no se produzcan solapamientos con otros Planes de
Empleo que a nivel estatal se desarrollan y van a desarrollar en nuestra
región, sino buscar la articulación de
actuaciones con las entidades que los imparten.
Las Víctimas de Violencia de Género, que
aparecen como colectivo prioritario, han sido obviadas en el desarrollo del
Plan, entendemos que porque su inclusión es transversal en todos los programas,
pero nos preguntamos qué hay de aquellas víctimas que no cumplen con los
requisitos de los clusters con los que se han compartimentado los programas. En
este punto, sería interesante comenzar por volver a la legalidad en la región y
contar con los Puntos Especializados de Atención a
Víctimas de Violencia Género en los Servicios Públicos de Empleo,
tal y como obliga el Real Decreto 1917/2008, por el que se aprueba el programa
de inserción sociolaboral para mujeres víctimas de violencia de género. La
actual situación de indefensión de estas mujeres así lo exige, y la encomienda
de servicios por parte de la JCCM a los Centros de la Mujer es no cubre ni la
totalidad de actuaciones ni del territorio.
Pese a que el emprendimiento ha de ser eje en toda
Política Activa de Empleo, son pocas las vías que contempla para los colectivos
diana, tanto en sensibilización, como en continuidad de proyectos,
asesoramiento, motivación y fórmulas de coworking.
Analizando las medidas contempladas, encontramos las siguientes áreas de mejora en ellas:
3.1.-
COMPETENCIAS BÁSICAS PARA EL APRENDIZAJE.
Las medidas
establecidas dentro de este apartado parecen correctas, pero resulta
determinante la instrumentación de las mismas. Es decir, resulta necesario
articular un mecanismo de reclutamiento, contacto y
relación con el colectivo diana para trasladarles las bondades
de estas acciones de formación “básica” o competencias clave, y aumentar así los
niveles de, por ejemplo, el Plan de Garantía Juvenil. La gran mayoría de los
posibles beneficiarios desconoce qué es un certificado de profesionalidad. Por
tanto, lo primero que habría que hacer explicar el sistema
de cualificaciones profesionales y la validez de reengancharse a
este tipo de formación o acreditación como una verdadera o efectiva
capacitación (aclarar las limitaciones que les impiden continuar su formación y
de las posibilidades que les ofrecen estas opciones). Si no es así, volverán a
considerar esta medida como un “curso más” de los que les ha ofrecido en otras
ocasiones y no están dispuestos a seguir.
Ni qué decir
tiene sobre la importancia de un servicio
público, integrado y profesional de orientación laboral para
llevar a cabo los itinerarios individualizados y sesiones de motivación e
información que se pueden llevar a cabo en las Oficinas de Empleo, consiguiendo
así un objetivo colateral, como es que aprendan que el Servicio Público de
Empleo les ayuda en su itinerario profesional. Desde la oficina de empleo se
pueden realizar los sondeos oportunos para realizar las acciones grupales y
derivarles al itinerario con su orientador en la oficina para la labor de
acompañamiento, tutorización y orientación, y los agentes y entidades que ya
están trabajando con este colectivo y por tanto, y son fuente de confianza para
los jóvenes, por lo que deberían colaborar en la difusión y sensibilización de
estas actuaciones.
Una opción que
no se ha contemplado en el Plan es el incremento de Programas
de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) de nivel 1 para
acceder a las cualificaciones de nivel 2. Para la eficiencia de dichos
programas, es necesario partir de un itinirario previo, con un análisis de
intereses, que diezme el abandono y mantenga la motivación hacia la formación.
La orientación
permite tanto el asesoramiento en la incorporación a
los procesos de acceso a la acreditación de competencias básicas como en el seguimiento y motivación de los jóvenes
incluidos ya en el proceso, además de garantizar una adecuada preselección de los alumnos, ahorrando así
costes y evitando bajas en los cursos. Un compromiso de
participación firmado y consensuado por los/as jóvenes y el/la
orientador/a en nombre del Servicio Público favorece la permanencia en el programa
y la obtención de las certificaciones.
A través de Ayuntamientos, asociaciones de jóvenes y entidades
que trabajen con este colectivo se pueden organizar las acciones formativas de
preparación de las pruebas extraordinarias.
Es interesante
la inclusión de acciones de tutoría virtual
para aquellos/as jóvenes que accedan a
la oferta extraordinaria de formación para la adquisición de
competencias clave, así como para jóvenes de zonas
rurales con dificultad de acceso a otras localidades
principales.
Fomentar la formación de carácter presencial en lo que
se refiere a competencias básicas, dada la dificultad para algunos usuarios
para aprender de forma elearning.
3.2.- FORMACIÓN Y APRENDIZAJE
Las medidas no
son nuevas y son las que demanda el sector empresarial (subvenciones y ayudas).
Pero interesa resaltar el primer punto: “un mecanismo
de información y orientación a disposición de los empleadores,
de la Administración y de los centros de formación”. Habrá que ver cómo se
desarrolla ese mecanismo que podría ser la clave el éxito o fracaso de la
medida. Los Orientadores del Servicio de Empresas y de los Servicios
periféricos de Formación realizaban esta función tan necesaria de prospección e intermediación con empresas, centros
formativos y organismos, con lo que se incrementaban
notablemente las inserciones laborales y la marca de la JCCM, y en las oficinas
de empleo realizaban gestión
formación y preselección de alumnos.
La razón de ser
de esta modalidad contractual es la formación, sin embargo los incentivos de
estos contratos hacen que terminen siendo una forma de abaratar costes de
personal, por lo que es importante una tutorización
externa que garantice que las funciones que realizan los alumnos
en las empresas son relevantes para su aprendizaje y guardan relación con los
contenidos de la formación. Pero aún así, si se quiere que la contratación se
incremente tiene que facilitarse la
labor a los empleadores. No sólo se trata de que reciban un ayuda, sino de que
reciban al candidato/a idóneo mediante una adecuada preselección
técnica y que a su vez esa etapa laboral resulte eficaz para el
empleado/a desde el punto de vista de su crecimiento profesional.
Aquí la
justificación de un servicio integrado de orientación e
intermediación es clave. La experiencia en prospección nos
permitió conocer cómo actúan las empresas y qué demandan, y se pueden retomar
los contactos para ofrecer la participación en el PRE. El tratamiento individualizado
de perfiles laborales nos permitirá atender dichas demandas.
Por otro lado,
las ayudas para financiar formación
vinculada a estos contratos tienen que ser fiscalizadas mediante
una tutorización que corrobore que efectivamente se está realizando la
formación en la empresa y que está relacionada con el itinerario personal de
inserción, y que no ocurra como con los contratos de aprendizaje, en los que la
entidad formadora y el empresario demasiadas veces llegaban a acuerdos al
margen del usuario.
3.3.- CONTRATO PUENTE PARA JÓVENES CON CUALIFICACIÓN
Ocurre lo
mismo, no es nuevo. Se han sucedido en el tiempo varios proyectos favoreciendo
la contratación en prácticas. La clave está en plantear a los empleadores un análisis detallado y cuantificado en euros
de las posibilidades que ofrece esta opción.
Por otro lado,
es importante la figura del tutor por parte
de la JCCM y el tutor en la empresa, y su coordinación y
comunicación con el beneficiario, que garanticen a través de Análisis de
Puestos de Trabajo, supervisión y seguimiento, que se cumplan las tareas y
funciones propias de la titulación del usuario, así como los objetivos
previstos en su itinerario de inserción. Así se realizó en el programa estrella
del I Acuerdo Regional de Empleo, de Prácticas en Empresas y Entidades sin
Ánimo de Lucro.
Pero como de la
experiencia se aprende, algo similar ya lo ejecutamos allá por el 2011. Como servicio de prospección informamos,
motivamos y gestionamos las ayudas ofrecidas en su día. Lo que no puede repetirse
es la demora en el pago a las
empresas de las subvenciones aprobadas.
Como en el
apartado anterior la labor de intermediación resulta
decisiva.
Respecto a la
facilitación del emprendimiento de las y los
participantes, sería interesante incluir objetivos
intermedios al beneficio de estas ayudas para los costes de
establecimiento de sus proyectos empresariales. Muchos de ellos tienen ideas
sin desarrollar, y es imprescindible el tutelaje o
mentoring por parte de expertos durante una fase previa para
garantizar la viabilidad del proyecto, así como una bolsa
de proyectos a la que adherirse según titulación e intereses.
PLAN DE
RESCATE FRENTE AL DESEMPLEO DE LARGA DURACIÓN
Es necesario
incluir a personas que pese a ser desempleados de larga duración han tenido
ocupaciones en los últimos años de periodos cortos
de tiempo y que no son beneficiarios de ningún tipo de
prestación o subsidio por desempleo. Otro colectivo que debería ser objeto de
priorización y articulación de medidas con los Servicios Sociales son las familias supernumerosas.
Por otro lado,
es importante corregir desde el primer momento el exceso de asistencialismo, creando puestos de
trabajo con proyección al futuro, vinculados a los Nuevos
Yacimientos de Empleo del Libro Blanco de Delors y a las posibilidades
de desarrollo de cada zona, especialmente en las áreas
rurales.
4.1.- PLAN PARA PERSONAS QUE HAN AGOTADO SU PROTECCIÓN
Se reconoce que
se trata de una medida de urgencia para atender necesidades perentorias del
colectivo beneficiario, no tanto para facilitarles un empleo
estable o con posibilidades.
Al colectivo de
orientación que prestó servicios en las Oficinas de Empleo le sonará lo de las credenciales por el anterior Plan de
Choque y, en el texto del Plan se habla de elaboración de un perfil de las
personas atendidas. ¿Quién lo va a hacer? ¿Con qué rigor profesional? La
credencial de acceso al programa debe verificar que se cumplen los requisitos,
pero no debe quedarse ahí. Para eso es suficiente el soporte del programa
informático de las oficinas de empleo y de personal especializado. Se habla de
personas atendidas, expresando experiencia, ocupaciones demandadas,
perspectivas, etc. Es decir una labor con un componente
de orientación importante y que debe ser realizado por
profesionales con capacitación suficiente.
El acompañamiento posterior de 6 meses si
continúan en desempleo es muy positivo, tanto como el acompañamiento
previo inicial desde que los posibles beneficiarios se interesen
por esta medida.
Además es
importante que se articule un sistema de relación adecuado con los municipios contratantes para determinar perfiles y contribuir a mejorar sus
servicios, proponiendo programas y actuaciones que impliquen desarrollo sostenible, de forma que no se
quede todo en el peón de servicios múltiples.
Un servicio de orientación que acompañe a
esta medida, y a través de una fórmula de compromiso de participación firmado y
consensuado por los usuario/a y el/la orientador/a, favorecerá la consecución
del programa.
Por otro lado,
sería interesante incluir formación
modular como los módulos de formación y empleo en entidades
locales del I Acuerdo de Empleo y programas de
empoderamiento, motivación y autoayuda, así como la articulación con otros programas relacionados
con las cualificaciones en el tiempo de trabajo del contrato.
4.2.- GARANTÍA + DE 55 AÑOS
Los beneficios
de esta medida no se corresponden del todo con la demanda del colectivo al que
se dirige. Más bien, supone reconocer que su incorporación al mercado de
trabajo es imposible. Es difícil encontrar la solución, pero tal vez aquí es
donde las ayudas económicas a la contratación
tendrían que ser más elevadas.
Por otro lado,
se requiere una labor de motivación importante
para con este colectivo. Si se quiere contar con usuarios hay que comunicar
bien el plan, y si es posible mejorarlo. De lo contrario los usuarios
mantendrán su posición de perceptores de subsidio y seguirán pendientes de
alguna ocupación temporal.
Una motivación
intrínseca a muchos de estos profesionales es la necesidad de transmitir sus conocimientos, por lo que
la articulación con formación en metodología didáctica les podría convertir en formadores de jóvenes sin cualificación en diversos
oficios, con el beneficio que supone para su status y autoestima
el volver a ser realmente útiles y reconocidos.
Acciones de formación, coaching, empoderamiento, recualificación y
búsqueda de empleo, diseñadas e impartidas por un servicio de
orientación, incidiendo en la orientación personal y profesional se vuelven
imprescindibles para este colectivo.
Se debería
incluir igualmente formación modular relacionada
con las cualificaciones en el tiempo de trabajo del contrato, un proceso de orientación continuado con
acciones de tutoría durante la duración del contrato y seguimiento
tras la finalización del contrato.
En el Plan de
Empleo, al tener una duración prevista de los contratos de 6 meses (si
definitivamente así se aprueba) y en caso de que la persona beneficiaria tenga
cargas familiares que le permitan acceder a un subsidio por desempleo de 21
meses, se hace necesario que cuando comience la relación laboral se trabaje en
un itinerario personalizado e individualizado de inserción, ya que cumple uno
de los requisitos esenciales para que pueda
cobrar dicha ayuda económica.
Por otro lado,
es necesaria una continua actuación por parte del personal orientador en lo que
se refiere a prospección de empresas,
para así incrementar la intermediación
laboral que realizan los servicios públicos de empleo y permitir
un trasvase de los trabajadores que sean beneficiarios de dichos planes de
empleo a empresas privadas, a la vez
que deben ser motivados para acceder a la administración
pública mediante bolsas de trabajo y/o oposiciones como vía
normalizada de acceso a la función pública.
Respecto a las ayudas adicionales para sufragar gastos de
orientación o formación, es importante una supervisión por parte de personal
propio especializado de que realmente se lleva a cabo con criterios de calidad,
por lo que sería interesante establecer y especificar con antelación qué tipo de
acciones formativas se pueden impartir, así como qué requisitos han de cumplir
los servicios de orientación financiados.
0 comentarios :
Publicar un comentario